¿Una PC por alumno en Argentina?
Una gran repercusión tuvo el plan uruguayo Ceibal mediante el cual, en un plazo de tres años, logró que todos los alumnos y docentes de la red escolar posean su propia computadora portátil.
Basados en los principios de la equidad y la igualdad de oportunidades, en el 2007 se realizó una prueba piloto en el Departamento de Florida, con equipos donados. En el 2008, y debido al éxito que ya tenía el plan, se resolvió comprar 175.000 laptops, para cubrir a los alumnos de todo el país, excepto Montevideo y el área metropolitana.
En el transcurso de los primeros seis meses del 2009 se completó la totalidad de las escuelas de Uruguay, que incluye 350.000 niños y 16.000 docentes.
La pregunta que todos nos hacemos es: ¿Es posible algo así en Argentina? El ministro de Educación nacional, Juan Carlos Tedesco, publicó una nota el 27 de octubre en el diario La Nación, donde afirmaba que “es muy bueno que se debata públicamente el tema, pero, dada su importancia, hay que discutirlo con seriedad e información”.
Luego de algunos estudios en aulas argentinas, Tedesco sostiene que “tales pruebas mostraron que la introducción de una computadora por alumno es exitosa cuando responde a una necesidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, cuando existe un piso básico de cultura tecnológica que asegura su utilización efectiva”. Es decir: no se encontraron las necesidades sociales básicas.
El Ministro esbozó que el sistema de Uruguay es exclusivo para Uruguay, y que por algo no lo copió ni Argentina ni ningún otro país, y concluyó: “En lugar de hacer críticas desinformadas, discutamos seriamente el tema, hagamos evaluaciones de las experiencias en marcha y construyamos las políticas de Estado que estamos reclamando”.
Basados en los principios de la equidad y la igualdad de oportunidades, en el 2007 se realizó una prueba piloto en el Departamento de Florida, con equipos donados. En el 2008, y debido al éxito que ya tenía el plan, se resolvió comprar 175.000 laptops, para cubrir a los alumnos de todo el país, excepto Montevideo y el área metropolitana.
En el transcurso de los primeros seis meses del 2009 se completó la totalidad de las escuelas de Uruguay, que incluye 350.000 niños y 16.000 docentes.
La pregunta que todos nos hacemos es: ¿Es posible algo así en Argentina? El ministro de Educación nacional, Juan Carlos Tedesco, publicó una nota el 27 de octubre en el diario La Nación, donde afirmaba que “es muy bueno que se debata públicamente el tema, pero, dada su importancia, hay que discutirlo con seriedad e información”.
Luego de algunos estudios en aulas argentinas, Tedesco sostiene que “tales pruebas mostraron que la introducción de una computadora por alumno es exitosa cuando responde a una necesidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, cuando existe un piso básico de cultura tecnológica que asegura su utilización efectiva”. Es decir: no se encontraron las necesidades sociales básicas.
El Ministro esbozó que el sistema de Uruguay es exclusivo para Uruguay, y que por algo no lo copió ni Argentina ni ningún otro país, y concluyó: “En lugar de hacer críticas desinformadas, discutamos seriamente el tema, hagamos evaluaciones de las experiencias en marcha y construyamos las políticas de Estado que estamos reclamando”.
Bien, Alejandro.